Ayuda a tu hijo a que mejore su rendimiento en tan solo 5 partidos gracias a un programa psicológico centrado en el rendimiento deportivo sostenible y saludable.
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PONEMOS LA PSICOLOGÍA
EN EL CENTRO DE SU DESARROLLO
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¿Para quién es el
Programa Free Players?
Para ti, si eres padre de un jugador de fútbol entre 12 y 16 años que estás involucrado en su carrera deportiva y que, además, estás dispuesto a:
– Dar prioridad y tener el compromiso con el desarrollo mental propio y de los tuyos.
– Escuchar feedback de crecimiento y modificar hábitos ineficaces.
– Tener tiempo y dinero para invertir en el programa.
¿Para quién es el
Programa Free Players?
Para ti, si eres padre o madre de un jugador de fútbol entre 12 y 16 años que estás involucrado en su carrera deportiva y que, además, estás dispuesto a:
– Dar prioridad y tener el compromiso con el desarrollo mental propio y de los tuyos.
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¿Para quién es el
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Para ti, si eres padre de un jugador de fútbol entre 12 y 16 años que estás involucrado en su carrera deportiva y que, además, estás dispuesto a:
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¿Qué conseguiréis con Free Players?
- Dominar el foco atencional y la motivación que permita a tu hijo afrontar la competición sin poner en riesgo su desarrollo mental.
- Definir un estilo propio de rendimiento le va a permitir saber qué debe entrenar y saber qué debe hacer en competición.
- Construir una comunicación que contribuya a una mejor autoestima, una autoeficacia positiva y autohabla potenciadora.
- Generar un sistema de recompensas controlable y aplicable donde las variables psicológicas como la atención o la motivación se vean optimizadas.
- Eliminar las discusiones por falta de conexión y entendimiento entre vosotros en el ámbito deportivo.
- Tener conocimientos y herramientas para brindar una atención específica para potenciar y preparar su carrera como futbolista.
¿Qué conseguiréis con Free Players?
- Dominar el foco atencional y la motivación que permita a tu hijo afrontar la competición sin poner en riesgo su desarrollo mental.
- Definir un estilo propio de rendimiento le va a permitir saber qué debe entrenar y saber qué debe hacer en competición.
- Construir una comunicación que contribuya a una mejor autoestima, una autoeficacia positiva y autohabla potenciadora.
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- Eliminar las discusiones por falta de conexión y entendimiento entre vosotros en el ámbito deportivo.
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¿Qué conseguiréis con Free Players?
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- Definir un estilo propio de rendimiento le va a permitir saber qué debe entrenar y saber qué debe hacer en competición.
- Construir una comunicación que contribuya a una mejor autoestima, una autoeficacia positiva y autohabla potenciadora.
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- Tener conocimientos y herramientas para brindar una atención específica para potenciar y preparar su carrera como futbolista.
Y todo esto...
- Sin que tengas una formación o conocimientos especializados en Psicología.
- Aunque pienses que tu hijo de no te hace ningún caso en temas relacionados con el deporte.
- Sin que tengas que invertir más de 30’ a la semana.
- Con un sistema con el que te Garantizamos Resultados en 5 partidos. 🖊️
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CONSIGUE TU GUÍA DE ACOMPAÑAMIENTO DEPORTIVO PERSONALIZADA
Rellena el siguiente formulario para agendar una Sesión Inicial gratuita en la que:
- Evaluaremos la situación deportiva y su influencia en el estado psicológico del deportista.
- Identificaremos los obstáculos que estén limitando su rendimiento.
- Ofreceremos orientación sobre cómo mejorar su enfoque, concentración y confianza en sí mismo.
- Te entregaremos un Guía de Acompañamiento Deportivo Personalizada 📋 para que puedas transformar el juego en los próximos 90 días.
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Yo solía ser un jugador con un gran desequilibrio a nivel mental que influía en mi juego. Erik me enseñó a enfocarme en las cosas en que yo pudiera controlar y la forma óptima de hablarme a mí mismo y pasé a tener un mayor equilibrio mental. En lugar de ponerme un reto muy grande (e incontrolable), he pasado a tener desafíos pequeños (pero controlables). Consiguiendo éxito superando esos retos, concentrándome en el juego y teniendo la sensación de aportación en mi equipo, ahora juego con confianza. En esto me ha hecho crecer Erik.
Erik me enseña lo necesario en cada situación para sobrevivir y trabajar como futbolista. Utilizando video análisis, trabajamos aspectos tácticos en el futbol para mejorar mi punto fuerte como futbolista y también para superar los desafíos que me van saliendo, teniendo en cuenta mi papel dentro del equipo. Además, aprendo a gestionar mis pensamientos y mi mentalidad para vivir como un futbolista profesional. En el mundo del futbol profesional a veces se hace difícil entender y expresar los sentimientos que se generan. En este aspecto, tener a Erik al lado es una gran ayuda.
[...] Al año siguiente fiché por el Espanyol y pasaron dos temporadas hasta que pude coincidir con Erik. Cuando me enteré que sería mi entrenador, me alegré muchísimo pero la verdad que a nivel futbolístico acabé ese año con una sensación extraña. Era una temporada muy exigente donde queríamos ganar muchos títulos, por lo tanto tenía que poner en el campo a “los mejores jugadores del equipo”, yo desgraciadamente no pertenecía a ese grupo. Yo no pude jugar un Espanyol- Barça donde nos jugábamos la liga, tampoco pude ir a Brunete… pero si soy sincero, no me quejé en ningún momento y eso fue gracias a él. Ese año a nivel mental fue el mejor de mi vida. Erik sabía que interpretaba muy bien el fútbol y siempre contaba conmigo para hablar de fútbol. Me transmitía una pasión y unas ganas de aprender que contrarrestaban el no jugar. Aprendí muchísimo de él, me gustaba mucho cómo vivía el fútbol, su manera de expresar los sentimientos era tan auténtica que estabas en el banquillo desconvocado pero no podías parar de animar al equipo y de ayudar a los compañeros. Fue un año de puro aprendizaje. Probablemente me merecí jugar más minutos pero aprendí tanto que fue muy bonito. Desgraciadamente no pude seguir en ese magnífico club pero esas barreras que superé, que él en realidad me provocó para yo batir sé que fueron para hacerme un mejor jugador. Hoy en día soy entrenador de un Alevín y soy jugador del Cadete División de Honor del Sabadell y estoy seguro de que él me ayudó para poder ser lo que soy y para en un futuro poder ser la persona que seré, y es una de las personas que quiero de verdad. Gracias Erik, te quiero.
Nuestro hijo conoció a Erik como entrenador en dos de las mejores canteras del fútbol base catalán. La suerte y privilegio de entrar a formar parte de esos equipos, se puede tornar un suplicio si no se saben gestionar bien los contratiempos que esa experiencia puede plantear a un chaval de 11 años. Esos obstáculos no impidieron que Javi pudiera quedarse con lo bueno que le brindó esa experiencia: Erik supo hacer sentir a Javi lo importante y capaz que es, aunque la máquina del fútbol base no llegara a demostrárselo en la práctica. Creemos que Erik ayudó a Javi a cuidar su autoestima, y a tener muy presente que su aptitud no está en duda.
Erik fue y será el entrenador y amigo de mi hijo David. Erik fue su entrenador en la etapa de Benjamín, una época en la que pocos entrenadores confiaron en mi hijo. Erik puso toda la confianza en coger a mi hijo y ponerlo en un equipo con un año superior a él. Le ayudó psicológicamente a superar el miedo, a tener confianza en si mismo, a superarse, dándole todo su apoyo. Mi hijo pasó a ser un portero muy solicitado por ser maduro, responsable y resiliente. Con 16 años debutó con el primer equipo y con 17 años, en Castelldefels, en 3a división, convirtiéndose en el portero más joven en debutar oficialmente en el Castelldefels. Si no llega a ser por Erik, su confianza y su ayuda en todos los aspectos mi hijo no sería el que es a día de hoy.
Gracias a la ayuda de Erik he aprendido a gestionar mis emociones. Antes pensaba más sobre algo que no podía controlar y me generaba emociones negativas. Erik hizo darme cuenta de este ciclo de pensamiento-emoción. Ahora juego al futbol enfocado en algo que yo puedo controlar y por eso tengo más confianza de que me va a llegar un resultado positivo.
Yo solía ser un jugador con un gran desequilibrio a nivel mental que influía en mi juego. Erik me enseñó a enfocarme en las cosas en que yo pudiera controlar y la forma óptima de hablarme a mí mismo y pasé a tener un mayor equilibrio mental. En lugar de ponerme un reto muy grande (e incontrolable), he pasado a tener desafíos pequeños (pero controlables). Consiguiendo éxito superando esos retos, concentrándome en el juego y teniendo la sensación de aportación en mi equipo, ahora juego con confianza. En esto me ha hecho crecer Erik.
Erik me enseña lo necesario en cada situación para sobrevivir y trabajar como futbolista. Utilizando video análisis, trabajamos aspectos tácticos en el futbol para mejorar mi punto fuerte como futbolista y también para superar los desafíos que me van saliendo, teniendo en cuenta mi papel dentro del equipo. Además, aprendo a gestionar mis pensamientos y mi mentalidad para vivir como un futbolista profesional. En el mundo del futbol profesional a veces se hace difícil entender y expresar los sentimientos que se generan. En este aspecto, tener a Erik al lado es una gran ayuda.
[...] Al año siguiente fiché por el Espanyol y pasaron dos temporadas hasta que pude coincidir con Erik. Cuando me enteré que sería mi entrenador, me alegré muchísimo pero la verdad que a nivel futbolístico acabé ese año con una sensación extraña. Era una temporada muy exigente donde queríamos ganar muchos títulos, por lo tanto tenía que poner en el campo a “los mejores jugadores del equipo”, yo desgraciadamente no pertenecía a ese grupo. Yo no pude jugar un Espanyol- Barça donde nos jugábamos la liga, tampoco pude ir a Brunete… pero si soy sincero, no me quejé en ningún momento y eso fue gracias a él. Ese año a nivel mental fue el mejor de mi vida. Erik sabía que interpretaba muy bien el fútbol y siempre contaba conmigo para hablar de fútbol. Me transmitía una pasión y unas ganas de aprender que contrarrestaban el no jugar. Aprendí muchísimo de él, me gustaba mucho cómo vivía el fútbol, su manera de expresar los sentimientos era tan auténtica que estabas en el banquillo desconvocado pero no podías parar de animar al equipo y de ayudar a los compañeros. Fue un año de puro aprendizaje. Probablemente me merecí jugar más minutos pero aprendí tanto que fue muy bonito. Desgraciadamente no pude seguir en ese magnífico club pero esas barreras que superé, que él en realidad me provocó para yo batir sé que fueron para hacerme un mejor jugador. Hoy en día soy entrenador de un Alevín y soy jugador del Cadete División de Honor del Sabadell y estoy seguro de que él me ayudó para poder ser lo que soy y para en un futuro poder ser la persona que seré, y es una de las personas que quiero de verdad. Gracias Erik, te quiero.
Nuestro hijo conoció a Erik como entrenador en dos de las mejores canteras del fútbol base catalán. La suerte y privilegio de entrar a formar parte de esos equipos, se puede tornar un suplicio si no se saben gestionar bien los contratiempos que esa experiencia puede plantear a un chaval de 11 años. Esos obstáculos no impidieron que Javi pudiera quedarse con lo bueno que le brindó esa experiencia: Erik supo hacer sentir a Javi lo importante y capaz que es, aunque la máquina del fútbol base no llegara a demostrárselo en la práctica. Creemos que Erik ayudó a Javi a cuidar su autoestima, y a tener muy presente que su aptitud no está en duda.
Erik fue y será el entrenador y amigo de mi hijo David. Erik fue su entrenador en la etapa de Benjamín, una época en la que pocos entrenadores confiaron en mi hijo. Erik puso toda la confianza en coger a mi hijo y ponerlo en un equipo con un año superior a él. Le ayudó psicológicamente a superar el miedo, a tener confianza en si mismo, a superarse, dándole todo su apoyo. Mi hijo pasó a ser un portero muy solicitado por ser maduro, responsable y resiliente. Con 16 años debutó con el primer equipo y con 17 años, en Castelldefels, en 3a división, convirtiéndose en el portero más joven en debutar oficialmente en el Castelldefels. Si no llega a ser por Erik, su confianza y su ayuda en todos los aspectos mi hijo no sería el que es a día de hoy.
Gracias a la ayuda de Erik he aprendido a gestionar mis emociones. Antes pensaba más sobre algo que no podía controlar y me generaba emociones negativas. Erik hizo darme cuenta de este ciclo de pensamiento-emoción. Ahora juego al futbol enfocado en algo que yo puedo controlar y por eso tengo más confianza de que me va a llegar un resultado positivo.
Yo solía ser un jugador con un gran desequilibrio a nivel mental que influía en mi juego. Erik me enseñó a enfocarme en las cosas en que yo pudiera controlar y la forma óptima de hablarme a mí mismo y pasé a tener un mayor equilibrio mental. En lugar de ponerme un reto muy grande (e incontrolable), he pasado a tener desafíos pequeños (pero controlables). Consiguiendo éxito superando esos retos, concentrándome en el juego y teniendo la sensación de aportación en mi equipo, ahora juego con confianza. En esto me ha hecho crecer Erik.
Erik me enseña lo necesario en cada situación para sobrevivir y trabajar como futbolista. Utilizando video análisis, trabajamos aspectos tácticos en el futbol para mejorar mi punto fuerte como futbolista y también para superar los desafíos que me van saliendo, teniendo en cuenta mi papel dentro del equipo. Además, aprendo a gestionar mis pensamientos y mi mentalidad para vivir como un futbolista profesional. En el mundo del futbol profesional a veces se hace difícil entender y expresar los sentimientos que se generan. En este aspecto, tener a Erik al lado es una gran ayuda.
[...] Al año siguiente fiché por el Espanyol y pasaron dos temporadas hasta que pude coincidir con Erik. Cuando me enteré que sería mi entrenador, me alegré muchísimo pero la verdad que a nivel futbolístico acabé ese año con una sensación extraña. Era una temporada muy exigente donde queríamos ganar muchos títulos, por lo tanto tenía que poner en el campo a “los mejores jugadores del equipo”, yo desgraciadamente no pertenecía a ese grupo. Yo no pude jugar un Espanyol- Barça donde nos jugábamos la liga, tampoco pude ir a Brunete… pero si soy sincero, no me quejé en ningún momento y eso fue gracias a él. Ese año a nivel mental fue el mejor de mi vida. Erik sabía que interpretaba muy bien el fútbol y siempre contaba conmigo para hablar de fútbol. Me transmitía una pasión y unas ganas de aprender que contrarrestaban el no jugar. Aprendí muchísimo de él, me gustaba mucho cómo vivía el fútbol, su manera de expresar los sentimientos era tan auténtica que estabas en el banquillo desconvocado pero no podías parar de animar al equipo y de ayudar a los compañeros. Fue un año de puro aprendizaje. Probablemente me merecí jugar más minutos pero aprendí tanto que fue muy bonito. Desgraciadamente no pude seguir en ese magnífico club pero esas barreras que superé, que él en realidad me provocó para yo batir sé que fueron para hacerme un mejor jugador. Hoy en día soy entrenador de un Alevín y soy jugador del Cadete División de Honor del Sabadell y estoy seguro de que él me ayudó para poder ser lo que soy y para en un futuro poder ser la persona que seré, y es una de las personas que quiero de verdad. Gracias Erik, te quiero.
Nuestro hijo conoció a Erik como entrenador en dos de las mejores canteras del fútbol base catalán. La suerte y privilegio de entrar a formar parte de esos equipos, se puede tornar un suplicio si no se saben gestionar bien los contratiempos que esa experiencia puede plantear a un chaval de 11 años. Esos obstáculos no impidieron que Javi pudiera quedarse con lo bueno que le brindó esa experiencia: Erik supo hacer sentir a Javi lo importante y capaz que es, aunque la máquina del fútbol base no llegara a demostrárselo en la práctica. Creemos que Erik ayudó a Javi a cuidar su autoestima, y a tener muy presente que su aptitud no está en duda.
Erik fue y será el entrenador y amigo de mi hijo David. Erik fue su entrenador en la etapa de Benjamín, una época en la que pocos entrenadores confiaron en mi hijo. Erik puso toda la confianza en coger a mi hijo y ponerlo en un equipo con un año superior a él. Le ayudó psicológicamente a superar el miedo, a tener confianza en si mismo, a superarse, dándole todo su apoyo. Mi hijo pasó a ser un portero muy solicitado por ser maduro, responsable y resiliente. Con 16 años debutó con el primer equipo y con 17 años, en Castelldefels, en 3a división, convirtiéndose en el portero más joven en debutar oficialmente en el Castelldefels. Si no llega a ser por Erik, su confianza y su ayuda en todos los aspectos mi hijo no sería el que es a día de hoy.
Gracias a la ayuda de Erik he aprendido a gestionar mis emociones. Antes pensaba más sobre algo que no podía controlar y me generaba emociones negativas. Erik hizo darme cuenta de este ciclo de pensamiento-emoción. Ahora juego al futbol enfocado en algo que yo puedo controlar y por eso tengo más confianza de que me va a llegar un resultado positivo.
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